Un
alegre encargado del aparcamiento considera su trabajo, un espacio para hacer
algo más que solo validar el estacionamiento. Él quiere validar y edificar los
propios clientes, ofreciendo elogios sobre su apariencia y las cualidades
internas detrás de ellos. Todo el mundo que se le acerca con un billete se
marcha validado y edificado como un ser humano que vale la pena. Pronto, el
encargado del aparcamiento llega a ser tan popular que la gente hace fila solo para
que él resalte sus valores. De hecho llega a aparecer en los noticieros e
incluso termina validando a George W. Bush y Saddam Hussein.
Validation
nos muestra la importancia de observar en detalle a las personas, no sus
defectos sino todo lo contrario sus cualidades y su aporte positivo a la
sociedad. A veces es muy difícil tener una actitud constructiva hacia las
personas, ya que desde niños, nos enseñaron a resaltar lo negativo y
superficial de ellas, tratando siempre de ser superior, por medio
de comentarios mal intencionados, actuaciones deshonestas y un sin fin de
comportamientos que deberíamos de considerar, en el momento de relacionarnos
con las personas.
Las
cosas negativas no deben primar sobre las características positivas. Se debe
mirar el cuadro completo no simplemente la mancha que hay en él, tenemos que
empezar a ver la vida desde una perspectiva diferente, solo de esa manera,
podremos quizás tener éxito de una forma mucho más humana y sensible, comprometiéndonos
con los demás y plantando en sus vidas una semilla edificadora.
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