Todo el mundo está
condicionado a la información o se basa en ella para funcionar, comunicarse,
aprender incluso vivir. Nosotros los seres humanos somos información que específicamente
la contenemos o cargamos en nuestro ADN, el cerebro y en otros aspectos de
nuestro cuerpo, organismo y ser. La información, a medida que vamos creciendo,
la vamos captando de una manera totalmente diferente y la procesamos de acuerdo
a unas bases académicas, emocionales y de experiencia. La información, es el
principio de nuestras acciones, es desde aquí donde se origina todo los
acontecimientos y situaciones que nos afectan en la actualidad y nos pueden
afectar en el mañana. Existen otros elementos a lo que yo he llamado Ciclo de
la comprensión en el cual forman parte de la siguiente estructura:
Al
captar la información de cualquier índole y en cualquier espacio, la
convertimos en pensamientos que rodean nuestra mente y lo procesa nuestro
cerebro; esos pensamientos se transforman en sentimientos que nos predisponen a
tener una actitud hacia la vida o hacia la información que estamos captando,
por tanto, influirán en nuestro ACTUAR, que se basará en la información que
recolectamos, el pensamiento o procesamiento que le dimos a esa información,
que posteriormente la sentimos y la personalizamos, al final la ejecutamos y
esa acción traerá una consecuencia de acuerdo a todos los caminos que haya
recorrido esa información inicial.
El
punto importante de este ciclo es ser conscientes de que lo que absorbamos de
nuestro entorno tiene repercusiones en nuestro SER y nuestro HACER, por tanto
debemos ser cuidadosos con la información que captamos, tenemos que saberla
seleccionar y procesar de la manera correcta. Es decir, si tu obtienes información
positiva tus pensamientos van a ser positivos, por tanto, tus emociones y
sentimientos serán buenos y tu actuación ante la vida o ante cualquier acontecimiento
también será positiva y por último, las consecuencias de ese actuar serán
buenas para ti y te enviaran de nuevo energía positiva para empezar una vez más
el ciclo.
En
conclusión, debemos rodearnos de información positiva, de información de
personas que admiremos, queramos y seguimos, frecuentar entornos donde se
respire cultura, libertad, emprendimiento, para que esa energía penetre, por
medio de información, a nuestro cerebro y se cumpla a cabalidad y con el mayor
de los éxitos, dicho ciclo.
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