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domingo, 14 de julio de 2013

CINE PARA REFLEXIONAR - EL CISNE NEGRO (BLACK SWAN)


El cisne negro, película dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Natalie Portman, cueneta la historia de una bailarina de ballet, Nina Sayers, que gana el papel protagónico, de la obra “El lago de los cisnes”, por su perfecta y delicada interpretación del cisne blanco, aunque poco a poco a través de experiencias oscuras, va perdiendo la razón y se empieza a transformar en el cisne negro.



 
En esta película vemos sentimientos de envidia, odio, manipulación, perfeccionismo y persistencia, que en su conjunto, atraparon a Nina en un torbellino que ella misma se hizo cargo de crear y recrear en su mundo infinito interior. Nina talentosa y con capacidades sin límites para desempeñarse en este papel, de hecho, su maestro sabia el potencial que tenía, poco a poco va visualizando amenazas a su alrededor, en sus compañeras de ballet, en especial, por su compañera Lily, interpretada por Mila Kunnis, que empieza a recrear como su mayor amenaza.

Nina al pasar el tiempo, va tropezando con obstáculos y problemas que ella misma fue construyendo, amenazas y miedos en ocasiones sicóticos, empiezan a azotarla, creando en ella una actitud "irracional" impulsado por el único objetivo que es el de lograr desempeñar su papel principal sin que las demás tengan oportunidad en tomarlo. En realidad, Nina empieza una guerra interna contra su propio ser. El cisne blanco que Nina interpretaba, se fue desvaneciendo y transformándose en un cisne egocéntrico, soberbio, al cual no le importan los medios para lograr sus “fines” con tal de alcanzar lo que se quiere. Nina empieza a luchar contra ella misma, tanto que al final termina haciéndose daño, aunque cumpliendo su propósito anhelado, representar la reina cisne en El LAGO DE LOS CISNES.

El mensaje de la película radica en que Nina nunca contó con una verdadera competidora que igualara su talento, que le fuera a arrebatar el papel principal de la obra, aunque no por ello, estaba exenta de enfrentarse a su peor enemigo: Ella misma. Nina es el claro ejemplo de que nosotros mismos, nuestra mente, puede ser tanto la creadora de una realidad perfecta o de una pesadilla continua. Nuestros miedos, pueden ser el factor determinante para que no actuemos en algunas situaciones, o si lo hacemos, actuamos de manera errónea, culpando a terceros sobre nuestros fracasos y pruebas no superadas. Así las cosas, debemos fortalecer nuestra relación con nuestro yo interno con nuestra persona más importante en el mundo, debemos conocerlo y nutrirlo de experiencias edificadoras, para que la confianza y nuestro carácter sean las armas utilizadas en este camino hacia el éxito.

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